domingo, 5 de julio de 2009

leyenda

una fuerza impenetrable. interna y externa quiere salir por cada poro de tu cuerpo y extenderse en el vacío, en el viento y tiempo. yo diría desde la cabeza a las costillas y como si estuviera dentro de éstas últimas haciendo que el diafragma se instale ahogando la parte central del torso. el oxígeno entra rápido. las arterias colapsan. los ojos desorbitan. los fetos reptan y se traban mediante almohadas u objetos de peluche. el hecho puede calificarse de masculino también (en pocas partes del mundo lo aceptarían). endorfina corre por las entrañas. las piernas se aflojan. algunos olfatos pasan de mortuorios a jardines y viceversa. segundo tras segundo nada está regulado. nada está establecido y equilibrado. todo es rápido y el dolor de pecho a veces se angustia. las cataratas mudas se desploman pero no mueren nunca. y el centro. el centro sigue sin explicaciones una serie de hechos fortuitos, inimaginados y colapsadamente atractivos. las costillas explotan de nuevo. las venas revientan y el diafragma se alza comprimiendo el pecho. ahogando el corazón.

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