viernes, 31 de julio de 2009
jueves, 30 de julio de 2009
poem
furia de parios parias ensangrentadas.
descuidos padres e hijos.
cimientos de pódridos ajenjos.
enfrentados vamos a quedar si no podemos. siquiere cuidare a usted.
miércoles, 29 de julio de 2009
convertida
te invito un trago por las noches, aunque la idea que se me pasa por la cabeza dista mucho de ser concreta.
-el mago loco dice:
trato de que me caigas bien, lo juro!! Pero nada en este mundo puede obligarme a nada.
-el sombrerero me invitó a tomar te dice:
ya me parecía que no te iba a gustar, sin embargo no podía dejar pasar la oportunidad de sentirme querido, solo una sola vez única.
-el mago loco dice:
es raro que hables así, tanto tiempo nos conocemos, o no! y no quisiera que todo esto termine por el solo hecho de saber que querés en realidad.
-el sombrerero me invitó a tomar te dice:
no puedo dejar pasar a un lado mis sentimientos??? ojalá todo esto no hubiera pasado. ojalá, ojalá nunca me hubieras gustado.
Y juntos se alejaron, trataron de juntar palabras suyas para que el otro se las llevase, pero al caer la noche, las palabras, lejos de sus sentimientos no tenían razón de vivir y murieron en el olvido.
martes, 28 de julio de 2009
interpretación del bue
Este chico es muy bueno. Aca se está usando como adjetivo calificativo, es decir que se está “cargando” al sustantivo con una connotación variable, en este caso bueno, que este chico sea bueno lo caracteriza y le quita el connotativo de malo. En este caso alguien bueno sería lo contrario de malo.
Prosigamos entonces,
Bueno, me voy a dormir.
En este caso, muy normal en el uso del lenguaje de las personas la palabra bueno esta cargada con otra significancia. Se trata de poner el bueno de una manera que “corte” lo dicho hasta ahí y se refiera a otra acción a cometer, en este caso no es ningún adjetivo sino que forma parte de la misma oración y tiene el mismo valor o aún más que la oración misma. Bueno, bien, claro, de acuerdo, etc. son sinónimos en este caso en particular.
En tercer aspecto pondremos un ejemplo más…
Bue, me voy a mi casa y ya no tengo más posibilidades, esto fue todo amigos.
Este caso en particular se recurre muchas veces. Si bien el diminutivo “bue” está usado para referirse a un estado de animo más bien bajo, sirve de punto de partida en dónde, el sujeto, ya comprendió la situación. En ésta en particular, estaría en él decidir como seguirá su vida a partir de ese momento en que dijo “bue”-
En definitiva, en este caso, el “bue” es crucial para el armado de la oración y para la continua vida del sujeto.
lunes, 27 de julio de 2009
cauterizado
me muero. siento que me muero. que si me enterraran debajo de cientos granos de tierra aún no sentiría.
nada me ata. nada me detiene, por qué sigo acá? que me arranca de ese sueño perturbador? que me sangra cuando nada sangra? quién llora cuando nadie llora? quién reza cuando nadie reza? que se siente la soledad? que se sienten los sentimientos podridos si nada te ata? tal vez es la pérdida de la voluntad de querer, a uno mismo y a los demás. a uno mismo y a cien más. Y si es así. qué importa entonces? que tendrá relevancia cuando nada nos ate a este mundo de materia. qué soga será lo bastante fuerte para devolverme al mundo cuando no quiera pisar su tierra. qué toneladas harán contrapeso en el abismal amparo que me opongo a los sentimientos.
me solo. siento que me siento solo. que si me amaran tan fuerte que se romperían vidrios yo seguiría sin sentirlo.
domingo, 26 de julio de 2009
mente mentol
expresé palabras, pero sin ser las que explicaba. supuse pues no es mi día ni su canción.
me desnudé despacio, despacio me vio. me miró fijo, la vi, sus ojos verde y bordó,
sentí frío en mi espalda y mi talón no era aquel dios.
era mio y fue mio siempre hasta que un día salió el sol.
ella me miró de nuevo, desnudo seguía yo. pero algo no era igual, estaba cambio y fuera de acción.
y así la mujer, de mente mentol, se le fue el aroma, se le fue el amor,
me dejó solo con su memoria hecha trizas, sus flores marchitas de frente jabón.
y así su clima limpio cicatrizó, mil heridas leves de constipación. fue entonces y entonces se dió,
quedé en tierra anclado, nunca más pasó navegar sus ríos enteros de menta y de mentol.
sábado, 25 de julio de 2009
él
miré hacia ambos lados, supuse que se había ido al encuentro, al despilfarro de miles de monedas de oro y plata. otro lo debiera necesitar más que yo. perseguí absurdo mis momentos solo, sin él.
el hombro surgió y regresó siempre. como cada noche. cada noche como su miedo y desespero.
viernes, 24 de julio de 2009
father & son
It's not time to make a change,
Just relax, take it easy.
You're still young, that's your fault,
There's so much you have to know.
Find a girl, settle down,
If you want you can marry.
Look at me, I am old, but I'm happy.
I was once like you are now, and I know that it's not easy,
To be calm when you've found something going on.
But take your time, think a lot,
Why, think of everything you've got.
For you will still be here tomorrow, but your dreams may not.
How can I try to explain, when I do he turns away again.
It's always been the same, same old story.
From the moment I could talk I was ordered to listen.
Now there's a way and I know that I have to go away.
I know I have to go.
It's not time to make a change,
Just sit down, take it slowly.
You're still young, that's your fault,
There's so much you have to go through.
Find a girl, settle down,
if you want you can marry.
Look at me, I am old, but I'm happy.
All the times that I cried, keeping all the things I knew inside,
It's hard, but it's harder to ignore it.
If they were right, I'd agree, but it's them They know not me.
Now there's a way and I know that I have to go away.
I know I have to go.
jueves, 23 de julio de 2009
II
la peor forma de aparecer
ya vendrán palabras más justas
en la mañana cuesta entender
miércoles, 22 de julio de 2009
I
no voy a estar siempre, ni el día en que te acuerdes por qué las cosas son como son
espero estar cuando amaneces
espero estar y si no estoy que no esté nada entonces, todo va a estar perdido y si aún perdido nos emocionamos
mejor
martes, 21 de julio de 2009
engaño
ahora me toca cargo de conciencia pues no puede jugar conmigo. nunca más me quité el vestido, por si la muerte, viva, se da cuenta que todo era una farsa y a buscarme venga. ahora me toca vivir lo que no es vida, disfrazado de quien no soy.
no se dio cuenta que la estaba timando. qué tonta fue, no pudo. ahora soy otro. qué tonta la muerte. parece que la he engañado.
lunes, 20 de julio de 2009
our biggest fear
Nelson Mandela*
domingo, 19 de julio de 2009
despacio
me tranquilicé de problemas y la vida siguió sin empezar.
me pregunto cuándo lo hará. cuándo lo va a hacer?
sabios, intelectuales y estúpidos contrariados ya tenían ésto que yo aborrezco hace miles de años.
me tranquilicé el corazón y la calma aún pedía a gritos el sudor apagado.
sábado, 18 de julio de 2009
ansío
cuántos días más se podrá pasar en soledad? el extraño sigue habitando el agujero negro.
acá.
al lado mío.
lo siento muy cerca, no lo veo ni escucho, pero yo se que está. cerca. cuánto tiempo más se puede vivir solo? cuántas horas más se puede arrepentir uno. de vivir.
filtro cosas. no escribo todo lo que me sucede. y si así fuera, no creo que podría soportarlo.
ansío.
sobreestimularte. llenarte. darte placeres más allá de los conocidos. ansío, por sobre todas las cosas. ansío.
al lado mío.
viernes, 17 de julio de 2009
el loquero
el loquero salió de la habitación cerró el candado y oyó un disparo. era ella que se había ensimismado.
jueves, 16 de julio de 2009
*f&j
miércoles, 15 de julio de 2009
acerca de la reproducción humana
martes, 14 de julio de 2009
el noctámbulo
Hace tiempo que ya era invisible a los sentidos ajenos. Su rutina diaria lo hacía simplemente deambular. Vestía casi siempre de harapos pero no eran necesariamente las ropas que él pretendía usar. Mientras caminaba trataba de acordarse de tiempos mejores, de luces blancas sin artificios, pero nunca lo lograba. Un largo sobretodo de color rutina, le tapaba el cuerpo y una extensa barba hacía de tintas por sobre su cara la cuál hacía tiempo que no veía. Sus afectos eran pocos y andaban guardados, en los mismísimos bolsillos de su largo sobretodo. Siempre eran los mismos, nunca uno de más y se aseguraba que nunca hubiera uno de menos. Un vaso largo y fino, un filo, de lo que alguna vez fue un cuchillo, que hacía las veces del mismo, un pañuelo y una especie de tesoro escondido, el cuál llevaba en uno de los bolsillos interiores de sobretodo, una especie de hilo, de tansa, algo que no recordaba qué era, pero estaba completamente seguro que era un preciado tesoro de su vida.
Los días eran extraños, con el tiempo la luz radiante empezó a ser molesta para él y sus ojos de grandes pupilas acostumbradas a oscuridad. Sobraba las noches vagando calle tras calle, y la próxima era notoriamente igual a la anterior, si no lo era. Se abrigaba con cartones viejos que encontraba en alguna esquina y separaba las ropas del frío en invierno con alguna revista pasada de moda. Su edad ya no la sabía. Así noche tras noche el noctámbulo, salía. Alimentar se alimentaba. Encontraba de vez en cuando viejos platos que sabían a vaya a saber Dios que cosa. Le encantaba robarles el pan a atolondradas palomas que se juntaban cerca de las esquinas o en las plazas. Por días, a veces, ese era su único sustento. Había cosas que el noctámbulo sabía, por ejemplo, a que hora se ponía el sol cada día y a que hora salía la Luna . Sabía que lugares frecuentar, y por que recónditos escondites no pasar nunca pues sabía de los peligros que pueden acechar de noche en la cuantiosa ciudad. Pero el noctámbulo negaba cosas esenciales. Pero había otras cosas que ignoraba, o a lo mejor, que solamente se había olvidado. Se había olvidado de cómo afeitarse, como cortarse las uñas o como comer con cuchillo y tenedor y el nombre de Dios le parecía abstracto a su vida.
Atolondrado por las tardes, el noctámbulo, deambulaba.
Ella apareció. Alguna noche de no hace tanto. Cuando él se tiró a descansar una noche después de un arduo día de rutina. Acostado sobre una pared de suciedad corroída se bandeó para la derecha y cerró los ojos. Pero algo no le dejó cerrarlos por completo. Algo lo llamaba, atraía. Algo que venía desde la calle de dónde él se encontraba a escasos treinta metros aproximadamente. Dejó a su compañera aliada tirada en el callejón, se reincorporó como pudo y caminó, tambaleante, los treinta metros que lo separaban de la calle. El noctámbulo quedó perplejo. Una mujer infinita caminaba como despotricando por el medio de la calle. Notó una particular brillantez alrededor de su figura. Con la boca, reseca pero aún abierta se adentró en la calle para conocerla mejor. Ella caminaba con un paso tan ligero que parecía volar y notó algo que le llamó aún más la atención. Caminaba como si viera y los notables obstáculos callejeros no fueran algún problema para ella, sin embargo, sus ojos estaban cerrados, cual durmiente alguno en la hora del descanso.
El noctámbulo se paró repetidas veces frente a ella, pero sólo conseguía que ella girara un poco su cuerpo y lo esquivara cual automóvil esquiva al peatón. No dejado de su asombro el noctámbulo la vio alejarse y al doblar la esquina la perdió.
Supuso por un instante que su botella amiga le había jugado una mala pasada y se tentó en dejarla, al menos por un instante pues al volver al callejón la buscó atentamente hasta que dio con ella y se la llevó a la boca dando así un buen beso a la compañera nocturna.
De mañana despertó atento pero raro. La rara sensación nocturna se había ido y quedaba la no-sensación de siempre. Aliviado se sentía por eso. Supuso entonces que todo lo vivido la noche anterior había sido solo un sueño. Se sintió a gusto sabiendo que podía soñar aún, pues no lo había hecho en tanto tiempo que ya ni se acordaba de si alguna vez hubo soñado algo.
El día se hizo rutina, como casi siempre. Extrajo diarios de bolsas y bolsas de diarios. Pasó tranquilo y desapercibido por al menos diez calles circundantes.
El sol bajó, como casi siempre lo hacía y el noctámbulo una vez más le hizo honor a su nombre. Pasaron días, pero pasaron más noches. Hasta que se fue olvidando de su raro sueño y su rara sensación nocturna. Una noche de luna llena mientras besaba a su octava compañera nocturna, envuelta en vestidos marrones, el noctámbulo despertó con la rara sensación que ahora se acordaba, era la misma de esa noche. Recostado sobre su hombro derecho y envuelto en diarios sintió un resplandor que lo asolaba desde la calle. Azorado, se levantó dejando a su compañera de lado, caminó dando tumbos mientras las paredes lo sostenían en su estado, hasta la calle. Una vez más la vio.
Pensó por un momento que era un terrible error, que una mujer de tal belleza se habría escapado de algún lugar y ahora vagaba por las calles de noche. Supuso eso. ¿Qué maniobra ágil y rara del destino había hecho que tal belleza fuera admirada por él? ¡Por él! Que pasaba los días inadvertido y las noches en soledad. No lo pensó mucho pues ella caminaba con un paso tan ligero que parecía volar y se había alejado ya un poco de su posición. Nuevamente tropezando y valiéndose de las poderosas paredes fue a su encuentro. Pensó en detenerla, pero le parecía arriesgado y estúpido, entonces le habló. ¿Qué hace usted aquí? Alcanzó a decir. Por un momento su extraña voz le pareció aún más rara que la situación en la que estaba envuelto. Se miró a si mismo como si volviera a ver a alguien después de muchos años. Ella se paró un momento, aún sin abril los ojos, y continuó su marcha. Él, con las manos en su cuerpo, se miró extrañamente, levantó su mirada y la despidió con un suave y tosco -Gracias.
Su día posterior no fue normal. Se despertó agitado, la rara sensación nocturna no se había ido y se daba cuenta al fin que nada era un sueño. Su compañera nocturna no estaba, él mimo la había desplazado por los aires justo antes de caer en ensueño. Hacía calor. Adornó el piso con su sobretodo color rutina y caminó violentamente hasta la calle. Cuando salió del callejón varias miradas lo cruzaron de repente, algunas de frente con el entrecejo fruncido, otras de reojo y otras esperaron algunos pasos para girar y mirar. Caminó por la vereda hasta toparse con una vidriera. Un almacén de aparatos para las casas, pensó. Sonaban fuerte las bocinas con lo que parecía ser alguna música clásica, algún recuerdo raro sin comprender le pasó por la mente un segundo en el que pareció acordarse de esa música y cuánto le gustaba. Enseguida miró una vez más a la vidriera. Fijó la vista un poco antes y ahí se vio.
No era nada de lo que esperaba. Él se encontraba por primera vez en tantos añares que ya ni se acordaba cuántos. Se palpaba el cuerpo porque parecía no comprender su aspecto. No era lo que recordaba, no era en absoluto lo que recordaba. Se tocó la cara y la larga y canosa barba que ahora la cubría. Podría haber pasado horas delante de esa vidriera, nadie controló el tiempo, pero el sol que a veces se ponía, esa noche es puso.
El noctámbulo despertó en el callejón, no se acordaba como había llegado ahí, pero nuevamente se despertó recostado sobre su costado derecho, se miró la mano para darle un beso a su compañera nocturna pero esta vez, ella no estaba. La rara sensación hacía rato que lo acompañaba y ya se estaba acostumbrando a ella.
Un reflejo apareció en la calle. Más avivado que nunca y rápidamente se puso de pié y corrió y corrió hasta la calle donde ella lo esperaba.
Era la primera vez que la podía observar nítidamente. Su blanco aspecto y su aura parecían no poder pertenecer a una persona.
Extrañamente él sintió algo que le pareció muy raro, escuchaba la música que había escuchado en el día, se acercó a la vidriera donde él mismo se observó de día y escuchó la música más claramente. -Qué raro. Pensó. Alguien, extrañamente había dejado la música prendida. Mientras estaba ahí parado el reflejo de ella pasaba por la vidriera. Él se dio vuelta. Ella caminaba como volando mientras el noctámbulo se le acercaba. Despacio fue y más despacio aún se animó a tomarle la mano. Ella se detuvo. Caminó hasta estar justo delante de ella. Detenidos en el tiempo mientras la música sonaba de fondo. Él dijo -¿Me permite esta pieza? Segundos, minutos u horas podrían haber pasado, al tiempo, nadie lo controlaba. Él tomó su mano izquierda y la levantó hasta la altura de sus hombros. Ella guió la suya hasta su cintura. Él se acordaba de todo ya y nada le hacía falta.
Le parecía que la música empezaba a sonar cada vez más fuerte. Y así, ella y el noctámbulo, se fundieron en un único e imaginario baile eterno. Sus ojos siguieron cerrados.
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lunes, 13 de julio de 2009
el chico con el gorro gris
hacía tiempo que nadie emitía palabra, todo era mar desierto. pero él se animó.
- en este momento no comprendo nada, pensó el niño de la saliva rosa.
- a veces no creo ni poder mirarte a los ojos.
- toda la vida, perdón, toda mi vida creo haberme entregado por completo. y creo que nadie ha podido entender.
- si. siempre creemos ver el horizonte más cercano, hasta que miramos a nuestros costados y nos percatamos de tener a la eternidad de lado.
el niño de la saliva rosa miró al piso y agregó. yo tenía flores de lado, tenía flores, pero se han marchitado.
ambos se tomaron de las manos y recordaron y recordaron.
domingo, 12 de julio de 2009
nuevamente
nuevamente tanta gente te reclama.
nuevamente soy el poco menos que último desvío.
no tengo nada que ofrecer, me vendo gratis.
nuevamente gracias por el tiempo que viví.
nuevamente viejas cosas parecen nuevas.
nuevamente me mirás y miro al piso.
sos la cosa más eterna.
nuevamente fijo metas imprecisas.
nuevamente soy pared desmoronada.
nuevamente las cuestiones y mi mente
que me socaba y me pierde.
nuevamente no encuentro paz en el concepto.
nuevamente no reposo ante mi espíritu.
nuevamente soy la cosa que aborresco.
nuevamente digo nuevamente, lo hice de nuevo.
sábado, 11 de julio de 2009
infinita
soy más patético que el papa. el destino asesino me dio una lanza, un vientre, un millón de sentidos. los desperdicié en tanto y cuanto el mundo aborrecido, mentido y vencido, me quiso decir el borresco matador de gallos. sonó campenela la campana y doblan y doblan en las esquinas cuadradas. separaron el anzuelo, separaron a garcía y gonzalez. separaron lo que era obvio. nariz pecho y espalda y piernas. que hermosura infinita.
vestida de flores, ves que a la vez no me equivoco. infinita usura infinita.
viernes, 10 de julio de 2009
ganas
sin ganas de ser,
sin ganas de estar,
sin ganas de ganar,
sin ganas de,
sin ganas,
sin. fin.
jueves, 9 de julio de 2009
soy yo
y el que se porta mal a veces.
soy yo el de la capa rosada,
y el de los huesos salientes.
soy el que persigue las causas perdidas,
posiblemente todas fuera de vista.
yo soy el de los amigos pudientes,
el de las ideas locas, el de tanto siniestre.
soy yo el mentiroso blanco,
soy nadie y siendo alguien,
soy yo el que se que soy,
el que piensa en morir a veces.
dormido sueño soñar con verte,
pero pesadumbro sin rumbo casi siempre.
soy el que pretende no ser lo que no,
el que se enamora fácil y más fácil de vientres.
posiblemente no sea el que estás pensando ahora,
no soy ése, ni ése.
soy el que hace para cambiar lo que es,
el que está contento y triste a la vez.
mínima existencia
lama sabactani
donde voy
los regalos nunca abiertos
los libros nunca leidos
los abrazos nunca abrigados
los besos olvidados
los perdones avergonzados
las mentiras satisfechas
voy a parar donde el amor mio
nunca va a ser dado.
miércoles, 8 de julio de 2009
noche rosa
las noches, que sagradas. se emborrachan, se emborrachan. yo las brindo, de alegrías, de tristezas, olvidadas. yo me miro, ellas miran yo me baño en aceite y agua. son las siete, son las nueve, son las cinco que amanecen. yo la quiero, ver de noche. negra, blanca y elegante. que se vista de rosa, si puede, como esconde la luna entre sus dientes.
salen los muertos, que cobran vida. salen los fantasmas que no salen de día. salen los que aúllan, salen los que nada. salen los vampiros, los que no salen mañana.
el problema, de la noche rosa, no es que salga, no es que salgan. es que nadie, se aprovecha del valor que tiene y la gracia!!
aparece y por suerte. solo a veces, solo a veces. se desnuda, no me llora, ni me sangra, ni da suerte.
acompaña, solamente y me escucha, me sostiene. es la noche, que de rosa, ella me entiende, ella me entiende.
vos
supeditado al más grande colapso del corazón, los sentimientos se agolpan cuales mentiras cuelgan de sogas mojadas. transpiran los actos del teatro de sentidos. y vos tratás siempre de hacerme sentir mejor. sentarás cabeza dentro de imágenes, de pieles, de agujeros. de caminos con baldosas y flores que miran y se rien. soles verdes tendrás de compañeros mientras la brisa de otoño en primavera sembrarás sembrar. el sentido aparato está ahi.
martes, 7 de julio de 2009
inconclusa reacción cerebral
siempre empiezo en el lugar donde quiero terminar. siempre vuelvo al lugar donde no quiero estar.
nada puede hacerme mal sin siquiera mirar y reaccionar mentalmente a tus cargos, a tus cargas
reacción
del sentido firme y potestad aunque no dicho y sentido. la mente me depara un lugar débil en mis entrañas.
cuánto quisiera verme al espejo y sonreír, algún día.
cerebral
de las neuronas apagadas por caricias. de los nervios encendidos trastocados, en fila y mientras?
el ángel frío vuelve a tocar mis espaldas y corre una sensación placentera odiosa por mi espina dorsal.
castástrofe
de las más cuantiosas guerras humanas y desastrosas. voy volviendo al gris.
lunes, 6 de julio de 2009
papeles de colores
saberlo todo o no saberlo nada.
superioridad del más apto, inapto e inepto.
opio, revolución y a morir hombre! que para qué estamos vivos entonces?
ayy! si la muerte fuera flor y yo tuviera alas. ¿qué pájaros me tomarían con sus garras y me separarían del suelo?
supe yacer, tendido. arrancarme el corazón y después caer.en picada hacia el amparo de tu oprobio. de tus encimas. de tus papeles de colores.
fui
secretamente segrega flujos y vientres
ay! cuantiosa diosa vislumbra el alba marrón
sin embargo tantas emociones embruman la bruma
sinceramente soy
gran idilio espumado y goteante
deliciosas uvas en bocas rojas y rosas y amarillas
si la cuestión de las alas fuera así, tan simple!
pero tanto que me cuesta tratar de no simplificarlo.
mojadas aceitunas. mojadas mejillas
el empero que le pones suerte desdeñada y desalineada
soy la sombra de la nada y sin embargo
y sin embargo soy
alumbren el alba situaciones
alumbren el sol y las estrellas fijas del último cielo
si brillan aún más que el blanco absoluto
si son más que la bruma de julio
sentados dioses de antaño. cáiganse muros de hierro,
todo lo que puede ser, ya fué
todo lo que pudo ser, será
y todo lo que yo fui, lo seguiré siendo.
reptil / reptiles
domingo, 5 de julio de 2009
leyenda
viernes, 3 de julio de 2009
ameritando
y cuando dice que tiene algo para contarme me cierra la puerta en la cara y gira y gira.
posiblemente yo no sea ese que dices tú, el de la foto. siempre pensé en cortarme el pelo mientras caminar.
supiste aquella vez de pantanos y bosques frondosos? eso estuvo en mi mente desde el primer día que te vi.
una selva.
sentado en cordón y viendo nubes de retratos y a la vez sentado y sentido despertar. me quedé contando las gotas de aire y los sueños para poder dormir.
separados unos de otros. como sentir los pies de un niño en tu cabeza y hombros. como sentirse deshecho y podrido.
jueves, 2 de julio de 2009
imágen
se derrama la copa de vino.
mi ángel de la guarda se burla de mí.
pronto voy a saber lo que es haber perdido.
[el terror de saber que sigo vivo.
se completa la jugada de la cena.
te levantaste al fin. el mantel se deslizó en tu pierna.
que paraíso! un mantel y tus piernas.
apuntasen los soles hacia mi cara.
aguanté el dolor. y fue el cielo.
que se enrrosca en tu cabeza que desprende flores.
se cae la luz de noche. y tu rostro.
que imperfección perfecta! si sin dudas pudiera dejar de mirarlo.
cumplí el sentido de la noche. al volcar mi lunar en tu boca roja.
desaté cabos y te amé esa noche y su posterior posteriora.
el vino sigue siendo mi amigo.
sabuesos
purga
la animación de lo que uno cree está mal. o no mal. incorrecto, suplido y abolido.
garantizado y probado. ese es mi dilema.
el amor en tiempos del espacio cuadrado.
alumbrado y ganado. ese es mi teorema.
la cantidad de posturas o paradojas. o paradigmas. cambiemos a los burdo y ordinario.
paguemos con creces esta ineptitud.
el amor en días tristes del calendario.
empezemos por lo último. es mi canción trivial.
sonriendo no vas a cambiar nada más que la expresión de tu cara. y que cara.
humillación en el peor de los sentidos.
el amor en los tiempos de hoy.
cobarde y político.
no merezco ni la felicidad que se merece un hongo podrido.
doris
El jardinero ponía agua en el macetín y yo dejaba a mamá acomodando las flores tranquila. El primer día me escabullí, tanto que cuando me encontro mamá me dejó un recuerdo en la oreja. Pero valió la pena. Crucé una de las callecitas del cementerio y con mucho cuidado me escondí detrás de un árbol, después de otro y de otro más. Mientras jugaba las escondidas conmigo mismo, pude ver a la señora Doris de cerca.
Para mi era una señora grande, como abuela antes de irse. Me escondí más adelante en una casita chiquita rodeada de otras casitas.
Estaba sentada en un banquito chiquito, de madera, tomaba mate de a ratos. Pero lo que más me sorprendió es que hablaba. Entre sorbo y sorbo de ese mate viejo que cebaba con un termo y hablaba, o al menos eso me parecía porque desde donde estaba no podía escucharla. Volví corriendo y me ligué lo que ya conté.
Cuando volví a casa me hice prometer a mi mismo que la próxima vez iba a acercame más a escucharla.
Pasaron semanas antes que volviéramos. Me contuve la boca para no decirle a mamá que ansiaba ir al cementerio, pero finalmente fuimos.
Era el cumpleaños de abuela. Era agosto y hacía frío. Mamá me obligó a poner de esas camperas gruesas que casi no te dejan mover, bufanda y casi me pone un pasamontañas, pero pude convencerla que no.
Pasamos por la florería y ese día sí mamá compró rosas, rojas, de las que me gustaban a mi. Cruzamos la calle y la arcada que separaba la vereda del cementerio. Mamá agarraba con una mano las flores y con otra a mi, pero se notaba que yo quería llegar antes que ella. Llegamos y mamá se dispuso a llamar al jardinero para llenar el macetín con agua para las rosas, esta vez tuvo que llenar dos macetínes porque no entraban todas las flores que había comprado en uno solo. Tuve que esperar un buen rato antes que mamá se distrajera y yo pudiera escabullirme por ahí, pero finalmente lo hizo. Corrí por entre los árboles y las piedras largas, pasé la casa chiquita y la vi. Por un momento tuve miedo que no estuviera pero ahí estaba. Como todos los días. Como cada día. Sentada en su banquito de madera, cebando mate tras mate y entre bombilla y bombilla hablaba. Tenía que ir más adelante. Pasé varias casitas hasta llegar a pocos metros donde estaba la señora Doris. Al principio me pareció muy raro. Hablaba de qué había pasado en la novela del día anterior. -Ana maría se quiere casar con Alfredo, pero no sabe que Alfredo es el hermano. Difícil de olvidar algo tan raro como ese comentario. Enseguida pensé que esa mujer estaba realmente loca y casi que se merecía que nadie la vaya a ver. Por momentos sentía vergüenza de ella y veía a la gente que pasaba mirarla de reojo. Pero me quedé a escuchar tranquilo.
-Me entendés José? Dijo.
Adelante de ella, la piedra. José Ulises Ollers.
En ese preciso momento me acordé de mamá y sus “recuerdos” en la oreja y volví corriendo sabiendo que me esperaba alguna reprimenda. Raro fue ese día. Mamá seguía de pie junto al jardín y la piedra larga de abuela. Cuando llegué le grité mamá! Esperando que no me retara. Varias personas se dieron vuelta al escucharme y me dio vergüenza. Mamá se pasó las manos por la cara y me vio con ojos raros. Me abrazó y me dijo que ya estaba, que vayamos para casa.
A mitad de camino me armé de valor y le pregunté.
-Mamá, esa señora Doris Por qué habla sola?
-No habla sola, habla con el marido, José. Murió hace como un año. Dijo mamá.
Me dió bronca que mamá halla sabido antes que yo porque orgulloso estaba yo de mi descubrimiento.
-Pero qué? Está loca o algo así? Dije con forma de pregunta pero en realidad era un afirmación.
-Seguramente no, dijo mamá. -Está sola.
Ni bien terminó de decirlo sus palabras me parecieron tan claras que me tranquilicé. No quería ser conocido como el chico que expiaba a locos en el cementerio, aunque casi lo era.
Caminamos esas dos cuadras grandes hasta las vías sin hablar. Me quedé pensando en Doris y su fabulosa descripción de lo que pasaba en televisión.
Días más tarde mamá me llevó a la iglesia. No era domingo, ni día festivo, era uno de esos días en que la iglesia no se para que abre. Mamá se sentó en un banquito. Cuando le quise hablar me calló de golpe y me dijo. -Estamos en la iglesia. Claro, pensé, que tonto de mi parte hablar cuando no hay que hablar. Para no quedarme sentado y aburrido caminé por sus pasillos. Había mucho silencio, excepto por los ruidos que venían de afuera. Di toda la vuelta y me encontré adelante de todo. Ahí había una señora muy grande. -Grande como Doris, pensé en ese momento. Tenía los ojos cerrados, estaba arrodillada pero no estaba callada, movía los labios y hablaba bajito. Levanté la mirada y me di cuenta. La mujer, le hablaba a la estatua.
Di toda la vuelta y mamá estaba lista para irse. Me agarró de la mano y salimos.
Pasaron algunas semanas hasta que volvimos a ir al cementerio. Quería ver de nuevo a la señora Doris, pero esta vez, esta vez quería preguntarle algo, pasé días intentando hilar una pregunta cuerda, pero hasta ese momento no tenía ninguna. Eso no iba a impedir que lo haga.
Nos tomamos el colectivo y bajamos dos cuadras antes. Pasamos por la florería, esta vez mamá compró liliums y margaritas. Caminamos esas dos cuadras extensas y entramos. Era de esos días que uno no sabe si está nublado o hay sol. Llegamos donde abuela y mamá instó en llamar al cuidador para que llenara el macetín. A esas alturas yo ya estaba camino a ver a la señora Doris. Tal vez la costumbre de ir hacía que ni me percate que mamá podría ponerme una reprimenda cuando volviera. Pasé los campos, la casa chica y el árbol. Para mi sorpresa la señora Doris no estaba. Llegué a la piedra larga donde ella solía sentarse. Levanté la mirada hacia la izquierda y luego a la derecha y nada. No me había equivocado de lugar, era simple, la señora Doris no estaba. Volví mirando a los costados muy desilucionado y con la sensación rara.
En el camino no dije nada, miraba al piso y callado. Mamá intuyó que me pasaba y me dijo con voz calma. -Te acordás de Doris, la señora grande? -Si, respondí, conteniendo la emoción de hablar de ella. -Lamentablemente falleció, la semana pasada.
Mamá no dijo nada más. Afortunadamente. No hubiera resistido la cronología de su muerte. Me dediqué a caminar triste y en silencio.
Un día después, era sábado y fuimos a la casa de unos primos míos que estaba a dos cuadras de mi casa. Uno de ellos cumplía años.
Casualmente ellos también conocían a Doris, pues ella vivía a solo 3 casas de allí.
Pasaron algunas horas y los varones se empezaron a agrupar enfrente del televisor. Iluso de mí pregunté y me arrepentí -Quién juega? Cómo quién juega? Largentinaa juega. Me respondieron con voz ronca. Por esas razones en las que uno tiene a hacer lo que hace la mayoría me reuní junto a ellos alrededor de la tele. Yo no quería ver fútbol, pero igual lo hice.
Pasaron los minutos y el ambiente se puso tenso. Argentina empezó a perder, uno a cero y los varones empezaron a hablar entre ellos hablando muy fuerte y comentando qué tiene que hacer este. Hablaban al televisor, apuntaban y le gitaban muy de cerca.
De repente, la debacle:
-DALEEE MUERTOOOO CORREEEEE DALEEEE …
y el grito, GOOOOOOOOOOOLLL!!
Me asusté y sorprendí cuando todos gritaron y se pararon. Hasta algunos alcanzaron a abrazarme notoriamente felices. Todo se calmó luego de unos instantes y yo salí de la habitación. Me senté en la ventana de la cocina, estaba lloviendo. Extrañamente me puse a pensar en Doris y decidí que la próxima vez que vaya al cementerio le iba a contar a abuela de mis andanzas y travesuras. Porque ahí si lo comprendí bien, todos hablan con los muertos, el problema está en que a veces les tenés que gritar para que te entiendan.
abrazo eterno
me muero. siento que me muero. que si me enterraran debajo de cientos granos de tierra aún así me sentiría muerto.
nada me ata. nada me detiene, por qué sigo acá? que me arranca de ese sueño perturbador? que me sangra cuando nada sangra? quién llora cuando nadie llora? quién reza cuando nadie reza? que se siente la soledad? que se sienten los sentimientos podridos si nada te ata? tal vez es la pérdida de la voluntad de querer, a uno mismo y a los demás. a uno mismo y a cien más. Y si es así. qué importa entonces? que tendrá relevancia cuando nada nos ate a este mundo de materia. qué soga será lo bastante fuerte para devolverme al mundo cuando no quiera pisar su tierra. qué toneladas harán contrapeso en el abismal amparo que me pongo de los sentimientos.
me solo. siento que me siento solo. que si me amaran tan fuerte que se romperían vidrios yo seguiría sin sentirlo.
luego adiós
galvanizado
tristema apasionado a la muerte
devoradas y sentidas
econtradas y perdidas
tristema apasionado de las tardes y los días
las mañanas y las noches
de las tumbas, encintas
suenan en el cielo las palabras
despertadas y dormidas
asesinadas y moridas
se encuentra la muerte a mi lado
desorientada, alusinada
ciega, maldita
me toma de la mano
me quiere irme lejos
me quiere irme cerca
no todo está perdido
me mira sorda,
me mira atenta
se va y no dice adiós ni hasta luego
se que está muy cerca
que está adentro mio
a veces la deduzco, la deduzco y la rescato
tormenta
yo miro la ventana y no lo creo. una fiesta! si! es una fiesta! de gorriones, de verdades! de gotas y gotones! veo el papel picado de las flores, y los silbatos de arbustos!. veo un mundo, que no necesita una salida, que vive la de ahora como si fuera la única. la más amada y querida. mientras yo me creo la mentira, más grande de la vida. me creo un ser especial que camina.
únicos
el niño de la saliva rosa
dijo el niño de la saliva rosa.
-pues entrando directamente en el corazón de alguien
dijo el chico con el gorro gris.
dispuesto o no fue quizás el encuentro con menos carga espontánea por parte de esos dos muchachos. supuestamente alguien debe empezar a remar, pero que difícil estrenar el corazón, sobre todo si ya lo han roto. el sentimiento puro del cariño se da de muchas, muchísimas maneras. está en nosotros saber o sentir, tomar o finjir, apretar o abrazar, morder o besar. encontrarlas.
el niño de la saliva rosa se paró. puso sus manos en las mejillas del chico con el gorro gris y ambos se mezclaron en un mágico beso eterno.