martes, 6 de diciembre de 2011

...capaz fue mi culpa. -se cierran cortinas, se apagan las luces, se prepara un obrero sobre el ingreso izquierdo, luces negras y fosforecentes aparecen en escena, Sornomás entra gritando- ¡Pero qué mierda! La puta que te parió. -Entra Griselda por el ingreso derecho, sorprendida- ¿Qué pasó? ¡El puto caballo se quedó en la largada! Esto me pasa a mi solo, a mi solo -alza la voz-, aclaró Sornomás.
Bueno Jimeno, no te preocupes, vos sabés que todos los días los caballos te dan una posibilidad más, en cambio a mi, la vida me desgració con un hijo como el que tengo, no se que voy a hacer -meditabunda se va caminando por detrás del campanario, se escuchan sollozos desde lejos-