viernes, 16 de abril de 2010

sueño

de la locura que permitó entrar al sueño más profundo. que permitió y se lo permitieron también. porque uno siempre sabe (a veces solo lo aparenta podríamos señalar) que al despertarse conjuga una suerte de atemporalidad sustancial del sueño y lo va reviviendo todos los segundos de ese largo día en una especie de dopler de lo vívido que se aleja a medida que el día corre. las sonrisas y los llantos, los escrúpulos y los miedos que nos atormentan de noche (a veces también de día) pueden ( esto es, siempre son de) deberse a sensaciones internas.
¿azar, infanticidio, paranoiqués? cualquiera puede ser el mundo visitado y las experiencias fortuitas realizadas. nos acompaña mintiendo, nos revela tapandonos los ojos que el mundo no es más que un mundo donde caben miles de millones.

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