miércoles, 18 de noviembre de 2009

basualdo

-Es de no creer! Comentó Basualdo. -Esto sucedió en serio? Es posible que no pueda largarme ni siquiera un día que ustedes ya están complicándolo todo? La realidad es que él no podía asegurar por qué se había ido, y ellos no podían asegurar que había salido mal. La realidad atentaba contra ellos que no tenían ningún tipo de explicación para lo que estaba sucediendo, para ellos, sucedía y ya. -A partir de hoy pondré cláusulas más severas, más penas, más dureza, si es necesario enjaularé a todo aquel que ose desobedecer! Decretó Basualdo ante la mirada atónita de sus comensales. Siglos y siglos de prestigio y sudor para que ellos comprendieran al final, que aquello no dio sus frutos, aunque nadie creía verdaderamente que eso pudiera pasar.

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